
La imagen corresponde a la obra de Gustav Klimt, cuyo título es “El Beso”
El beso que me gusta es sencillamente aquel beso que, sin saber por qué, das a esa persona que amas, que quieres, que le tienes cariño, o, simplemente, te lo dan a ti… te sale del alma, no lo piensas y… vas derecho hacia esa persona y sin mediar palabra… muuuuaaaaacccccccccccc….
Tiene mucha similitud con el abrazo, lo puedes dar, recibir o ambos a la vez. Este último es el beso por excelencia, cuando das y recibes.
A la mujer a la cual amo, le encantaba recibirlos… y a mi dárselos…
Cada beso es un mundo, por ello, existen muchos tipos de besos, hasta el beso de Judas…
Pero a mi me gusta lo simple, con el corazón, ya sea un beso de cariño, un beso de amor, un beso de compasión, un beso de ayuda, o simplemente un beso de “¡Hola¡ ¿Cómo estás? Me alegro de verte”, poniendo énfasis en “me alegro”, de ahí el beso…
Lo puedes dar en la mejilla, en la mano, para después darlo en la mejilla… en la frente, en la nariz, o directamente en los labios… (Además de otras muchas partes y zonas de nuestro cuerpo que… otro día… entraremos en detalle…)
Y si encima el beso va acompañado de ese abrazo, puro, sencillo, con los cinco sentidos… entonces, eso se convierte en algo especial, maravilloso, extraordinario…
Podemos besar a nuestro ser querido, pareja, padre, madre, hermano, amigos… Podemos besar una flor… podemos besar una foto, añorando la ausencia, podemos besar a nuestra mascota (yo, al menos, así lo hago…) podemos besar tantas cosas… que necesitaríamos varias páginas para poder enumerarlas…
Pero lo importante del “Beso que me gusta…”, aparte de ser el que siempre le daba a mi pareja, a Mi Niña… es que se le puede dar, también, a esa persona que lo necesita, al igual que el abrazo, ese beso casto, de corazón, con sentimiento, dando todo tu ser en el, transmitiendo tu sensibilidad, tu amistad, tu complicidad, tu apoyo… Ese BESO, nunca se olvidará y siempre se agradecerá…
Las cosas simples, las cosas que se hacen desde el corazón, con los cinco sentidos, sin esperar nada a cambio, simplemente porque sí… esa son las pequeñas cosas, pero maravillosamente grandes, porque hace grande al que lo recibe, y mas grande aún, a quien lo da… Y ese sentimiento, es algo tan bonito y sublime, que yo no lo cambio por todo el oro del mundo…
Ese sentimiento, tan bonito, tan sublime, tan acogedor, tan reconfortante, es aplicable a todas las cosas hechas desde la generosidad, desde la nobleza, desde la honestidad, desde la integridad y desde la sinceridad del ser el cual lo ofrece, por ende, el ser que la recibe, queda reconfortado al mismo tiempo…
…Y sobre todo, no olvidéis de dar ese beso, empezando por la persona que, siempre..., está y estará a vuestro lado, quizás sea la que mas lo necesite… Sin olvidaros del resto de seres humanos que, en algún momento, desean sentirse queridos, amados o, simplemente besados con cariño… Quizás tú te hayas sentido así… En tal caso sabras lo mal que se pasa...pues haz feliz a los demas, para que nunca se sientan solos, desamparados…
Ser felices, cuidar a vuestros semejantes, a vuestras mascotas, a vuestras plantas, a vuestro planeta (que como leí el otro día, no recuerdo donde “es algo que no nos pertenece a nosotros, no lo heredamos, es simplemente un préstamo de nuestros biznietos…”, para que siempre pensemos que son ellos los que tendrán que lamentar nuestro dejadez o… así lo espero... disfrutar nuestro esfuerzo…Devolvámosle el préstamo, con muchos intereses, no con números rojos, que es lo que está pasando ahora mismo…) y, sobre todo, cuidaros a vosotros mismos, es la base para poder cuidar a nuestros semejantes…
Un cálido y cariñoso beso… para tod@s... y, si no es mucho pedir, me gustaría volver a recibir, alguna vez, ese Beso que me gusta… que tanto me dió...
Esta reflexión está dedicada a Mi Niña que, tal vez, la haya perdido para siempre, pero solo tal vez, espero que no sea así… siempre la querré, siempre la esperaré…
Autor: José Antonio Serrano Chinchilla – 24/03/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario