
Para mí, sinceramente, LA MIRADA es el espejo del alma, (diran ustedes, los ojos...) si claro, están los ojos con los cuales se realiza la mirada...
Con una mirada se puede expresar todo, amor, odio, pasión, tristeza, alegría... siempre y cuando sea sincera, diáfana e íntegra.
No obstante, existen multitud de tipos, generos y subgéneros de miradas, pero no vamos a entretenernos en ellos, me gusta hablar de la simplicidad, de una mirada casta, pura, de corazón, aquella que cuando miras, la persona a la cual va dirigida "la mirada" la hace suya, la siente, la recibe y, sabe... sabe perfectamente que es lo que le han querido transmitir. Esa es la mirada que me gusta y de la cual hablo..
No hacen falta palabras, ni gestos, ni cartas, ni... solamente esa "Mirada" que sale de lo mas interno de tu ser, de tu alma...
Pero no siempre, se está mirando a una persona, no señores, a mí me encanta observar, MIRAR, esas otras miradas...
La del niño recien nacido, cuando abre sus ojos por primera vez y ve a su madre, a su padre...
La del Enamorado hacia su amada, cuando ella no mira, no se da cuenta...
La del Animal de companía hacia su amigo (sea animal o ser humano)...
La de la persona amante de los animales hacia su mascota...
La del Abuelete a la Abuelita...
La de esa Madre hacia su pequeñin...
La tuya, sí, sí, la tuya, piensa cuando mirabas esa puesta de sol, ese amaneer, ese paisaje, esa flor, esa persona qu está tan cerca de tí que "se te ha olvidado hasta de mirarla..." piensa...
Pues sí, una mirada, una simple mirada dice tanto, en tan solo un instante... y puede hacer tanto bien... prodigemos esas miradas complices, de ternura, de acompañamiento, de lo que ustedes queráis, pero miremos, siempre, con ojos limpios, puros y buenos...
No esperemos a ser mayores para aprender a mirar, ya que no se aprende, se siente, sencillamente...
Disfrutemos de ese maravilloso sentido que es el de la vista, e intentemos hacerles disfrutar a aquellas personas que, por desgracia, no pueden hacerlo...
Aquí tengo que hablar de mi hermano, ciego, el cual no puede apreciar esas cosas aquí descritas, pero que con su mirada, quizas perdida, quizas diferente, dice tanto, tanto...
"Carlitos" esta reflexión, esta dedicada a ti... hermano del alma, Te quiero.
Autor: José Antonio Serrano Chinchilla - 21/03/2010
Con una mirada se puede adivinar lo que hay dentro del alma.
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